Los ritmos circadianos

Los ritmos circadianos

Los ritmos circadianos son un factor básico y fundamental para entender el rendimiento escolar. En mi Trabajo de Fin de Máster (TFM) del Máster de Profesorado, hablaba sobre este interesante tema.

Algunos autores como Oliva, Reina, Pertegal y Antolín, nos explican que hay que entender el funcionamiento de los patrones del sueño, que en la adolescencia además presentan alteraciones. Estos investigadores concluyen que una solución para mejorar el rendimiento de los adolescentes en el aula, sería retrasar el inicio de las clases.

Los autores anteriores mencionan estudios realizados en Estados Unidos que consistieron en retrasar 30 minutos la entrada al centro escolar. Con este leve retraso, los alumnos lograron ganar 45 minutos de sueño. Claro, incrementar 45 minutos de sueño, casi una hora, se logró aumentar el rendimiento escolar de estos adolescentes.

Los ritmos circadianos se han estudiado en infinidad de ocasiones. Según diversos investigadores existe una relación entre los ritmos circadianos y la atención. Y sabemos que la atención es un aspecto fundamental en el aprendizaje. Por tanto, los ritmos circadianos son básicos y se deben de tener en cuenta en el aula.

Hay tres tipos de ritmos circadianos

Las personas estamos divididas en tres clases según nuestros ritmos circadianos:

  • Vespertinos: Un 20% de la población.
  • Intermedio: Un 60% de la población.
  • Matutino: Un 20% de la población.

Esto es lo que se denomina cronotipo. Las personas que por ejemplo tienen un cronotipo matutino son aquellas que están despiertas antes que la media, y se acuestan también antes. Por tanto, su nivel atencional máximo estará a unas horas anteriores que las que tengan las personas con otros cronotipos.

Los adolescentes no son especiales en este aspecto, y funcionan como el resto de la población. Pero además de todo esto, hay que tener en cuenta el proceso de cambio sináptico en los cerebros de los adolescentes, y también en los patrones de sueño que tienen.

¿Afecta el cronotipo al rendimiento escolar?

Óbviamente, sí. Pero entonces, ¿cómo hacer que diferentes alumnos con cronotipos diferentes estén atentos al máximo en una clase?

La respuesta es también sencilla. Hay asignaturas que por su dificultad exigen que la atención del alumno sea máxima. Como no podemos separar los alumnos en las aulas por sus cronotipos, aunque esto sería lo ideal, lo que tenemos que hacer es que asignaturas más exigentes, como las Matemáticas, se impartan a una hora en que los tres tipos de alumnos estén despiertos y pudiendo entregar toda su atención a la materia.

Así que, esto que nos dicen constantemente de que hay que respetar las horas de sueño, es correcto, ya que efectivamente, un correcto sueño está relacionado con la consolidación de la memoria y por tanto, con el proceso de aprendizaje, pero también es fundamental que en los centros educativos se dejen de luchas internas sobre en qué hora ponemos las clases a tal o cual profesor, que tiene más galones que otro, cuando de este modo no se está beneficiando en modo ninguno a los alumnos.

Entre los profesores novatos es frecuente el conocer que van a tener que hacer los peores turnos. Mi reflexión es que no se deberían de crear turnos de asignaturas pensando en los galones del profesor, sino en los ritmos o ciclos circadianos.

¿Utopía o futuro?

Yo espero que poco a poco se vaya hacia el futuro.

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